Imagínate un antiguo barco de madera navegando por los mares de la existencia, llevando a bordo las diversas creencias religiosas de la humanidad. Este barco, azotado por el paso del tiempo y las tormentas de la historia, sigue siendo útil, pero su casco revela una comprensión primitiva y básica de la realidad. En este barco, llamado Praxnoismo, todo es útil y nada se descarta por completo. En cada rincón de la nave se esconde un pedazo de oro que necesita ser descubierto, valorado y pulido.

Encuentro entre Tradición y Modernidad

El Praxnoismo no rechaza las ideas de las religiones tradicionales como la judeo-cristiana, el islam, el budismo, el hinduismo, entre otras. No obstante, reconoce que muchos de sus postulados han quedado anticuados, empañados por la magia y las fantasías de épocas donde el ser humano apenas comenzaba a entender la realidad. Es como un viejo mapa, dibujado en un tiempo en que creíamos que la tierra era plana.

Pero, ¿qué sucede cuando encaramos estas creencias con el microscopio del pensamiento actual, afinado por el Iluminismo, las revoluciones científica, tecnológica e industrial? El Praxnoismo nos propone un desafío: modernizar estas ideas religiosas con los conocimientos que hemos adquirido en los últimos 300 años, una tarea que se asemeja al trabajo de un joyero que restaura una reliquia antigua.

Destilando Sabiduría Antigua con Conocimientos Modernos

En esta empresa de restauración espiritual, no solo aplicamos el riguroso método científico, sino también los pensamientos e ideas de filósofos y psicólogos modernos como Heidegger, Carl Jung, entre otros. Imaginemos que el Praxnoismo es un alambique, en el cual destilamos las ideas de las religiones tradicionales, eliminando las impurezas de la fantasía y dejando solo la esencia pura del conocimiento.

Por ejemplo, la idea de un Dios barbudo en el cielo puede ser vista como una fantasía, pero, si la despojamos de su ropaje mitológico y la examinamos con ojos modernos, quizás podamos entenderla como una metáfora que nos ofrece una enseñanza más profunda sobre su significado.

El detector de metales
"El detector de metales"  revela en la arena una joya brillante, simbolizando el "grano de oro" de la verdad oculta en ideas aparentemente rechazables. 

El Concepto de 'Minimal Veritas': Encontrando Oro en todas las Ideas

El praxnoismo se rige por el concepto de 'minimal veritas', una especie de detector de metales que nos permite encontrar la 'verdad mínima' en todas las ideas, filosofías y creencias. A veces, la verdad se puede hallar en un pequeño 1% de una idea que, a primera vista, podría parecer totalmente rechazable. En el praxnoismo, nuestra tarea es descubrir y valorar ese 1%, encontrar ese 'grano de oro' que puede estar oculto en la arena de lo desagradable y lo reprochable.

La Práctica Artística del Conocimiento

El Praxnoismo no es solo una teoría, es también una práctica de conocimiento de manera artística. A través de rituales y experiencias de todo tipo, el Praxnoismo busca conectarnos con el conocimiento actual de una manera más intuitiva y profunda. ¿Qué significa esto? Imagina un pintor que no se limita a representar la realidad con exactitud, sino que incorpora su comprensión personal y emocional en su obra. Así es el praxnoismo: una obra de arte viviente que evoluciona a medida que nuestra comprensión de la realidad evoluciona.

Verdad Temporal y la Evolución del Conocimiento

La Praxnoismo propone una danza cósmica, un vals interminable con la Verdad. ¿Pero qué es la Verdad? ¿Es algo estático, como una montaña que se erige majestuosamente, inmutable en su grandeza? O quizá, ¿algo más dinámico, como una río que serpentea y se transforma con cada estación?

En los ecos de los milenios, el Praxnoismo nos susurra una noción que puede resultar inquietante: las verdades son temporales, moviéndose con ritmos tan sutiles que parecen incomprensibles para nuestra percepción humana. En lugar de montañas o ríos, imagina las verdades como gigantescos buques contenedores, esos que llevan miles de contenedores y pesan hasta 15.000 toneladas. ¿Te ves a ti mismo intentando empujar uno con tu sola mano en el puerto? ¿Sientes que lo mueves? Claro que no. Pero según los principios de la física moderna, la acción y reacción, técnicamente lo estás moviendo. Así es como el Praxnoismo contempla las verdades: aparentemente inamovibles, pero en realidad evolucionan a ritmos cósmicos, imperceptibles para una mente terrenal y limitada. Como una danza con una melodía que apenas podemos oír.

La montaña inmutable
"La majestuosa montaña inmutable" se transforma sutilmente, mostrando su naturaleza evolutiva y desafiando nuestra percepción de la verdad estática.

De la misma forma, otras verdades, más cercanas a nuestra comprensión de la realidad, han cambiado al compás de la sofisticación de nuestro conocimiento. Recordemos, por ejemplo, cómo nuestra visión de la Tierra ha mutado con el paso del tiempo. Hemos navegado desde la creencia de que era plana hasta el entendimiento de que es esférica. Aquella "verdad" antigua de que la Tierra era plana nos sirvió en su momento para descifrar nuestra realidad. No la despreciemos, más bien intégremonos a ella en su contexto histórico y cultural. Así, como un mapa antiguo, nos muestra cómo las verdades son temporales y evolucionan junto a nuestro conocimiento.

Desde nuestra posición, con una visión acotada al tiempo humano, estas verdades pueden parecernos eternas. Sin embargo, la realidad es que están en constante cambio, en un proceso de evolución que abarca tanto lo biológico como lo cultural. Si bien estas dos esferas operan en diferentes escalas temporales, están íntimamente relacionadas, como dos danzantes en un vals que nunca acaba.

Así es el Praxnoismo, un faro en medio del mar de incertidumbres, una brújula que nos guía en nuestra continua búsqueda de la Verdad, recordándonos que, a pesar de su aparente inmutabilidad, las verdades cambian, evolucionan y bailan a lo largo de los tiempos. ¿Y no es esa una danza que vale la pena aprender a bailar?