PRAXNO
Artículos
![Entre cíclopes y esfinges: el laberinto de la sexualidad humana](/images/articles/El%20Baile%20de%20los%20C%C3%ADclopes%20y%20las%20Esfinges.jpeg)
- Billy Benz By
- También disponible:
Se dice, y con cierta vehemencia, que hombres y mujeres pertenecemos a universos paralelos, y hasta antagónicos. ¿Quién no ha escuchado esa sentencia resignada, suspirada con impotencia y enunciada con contundencia: "no puedo entender al sexo opuesto"? ¿Y cuántas veces no hemos caído en el lugar común de considerar nuestra incapacidad para comprender al otro como una tragedia insuperable? Este artículo no surge de esa visión derrotista. En cambio, nace de un deseo incesante de indagar, de desvelar las misteriosas cualidades sexuales que parecen ser un eco eterno a lo largo de la historia y que, en lugar de acercarnos como especie, parecen abrir un abismo entre nosotros. Así que, en lugar de rendirnos a la supuesta incomprensibilidad del otro, nos proponemos la audaz tarea de desentrañar estas diferencias, de rastrear sus raíces biológicas, con el propósito de hacer conscientes esos rasgos que nos definen como miembros de una unidad básica sexual. Así, nos aventuramos a explorar los impulsos y sentimientos que diariamente moldean nuestro comportamiento.
Al interior de la humanidad: repensando la condición sexual
Tomémonos un momento para contemplar un caleidoscopio, ese juguete que nos maravilla con su eterna capacidad de generar nuevas formas a partir de la misma cantidad de pedacitos de vidrio. Un caleidoscopio es un ejemplo perfecto para ilustrar nuestro siguiente paso: debemos repensarnos al interior de la humanidad, en nuestra condición sexual. Somos todos parte del caleidoscopio de la raza humana, formamos parte de un todo al mismo tiempo que mantenemos nuestra individualidad. Y así como sucede en este juguete, si prescindimos del barniz cultural, veremos que nuestros actos se separan en fragmentos de colores que obedecen a nuestra unidad básica como hombres o mujeres.
Si fuésemos biólogos, registraríamos estos comportamientos diferenciados y los dispondríamos en un gráfico, examinando los extremos y desviaciones del estándar, un poco al estilo de Gauss y su famosa campana de la distribución normal. Al prestar atención a esos valores y aspectos que más se alejan del centro de la campana, descubriremos las características que nos definen y que, a menudo, se encuentran reprimidas en nuestro día a día. Esta búsqueda nos permitirá entender nuestras raíces y lo que nos configura internamente.
Biología evolutiva y comportamiento sexual
Miremos ahora hacia el mundo animal, y más específicamente hacia los mamíferos, nuestros parientes cercanos. Podemos distinguir dos tipos de comportamiento entre ellos: por un lado, están los monógamos, aquellos que como las suricatas o los chacales, eligen a una única pareja; y por otro lado, están las "especies de torneo", en las que los machos rivalizan para ganar el derecho de aparearse con la hembra, tal y como sucede con los gorilas o los leones. En estos últimos, el juego de la selección sexual es crudo y despiadado: los machos deben demostrar su potencial para que las hembras, jueces supremas, elijan a quien crean portador de los mejores genes, garantía de una descendencia fuerte y sana.
Estas dinámicas de atracción y vinculación sexual pueden ser un espejo en el que nos reflejamos, una guía para entender aquellos comportamientos e impulsos que parecen estar codificados en nuestra psiquis. ¿No es acaso fascinante pensar que los humanos nos encontramos en un punto intermedio entre estas dos formas de interacción? Somos, a la vez, monógamos y competidores, un mosaico evolutivo que refleja nuestras complejas raíces biológicas.
El prisma de la psicología evolutiva
David Buss, un nombre destacado en el campo de la psicología evolutiva, nos ofrece una nueva lente a través de la cual observar este fenómeno. Buss sostiene que nuestra adaptación evolutiva ha moldeado nuestro comportamiento sexual y de apareamiento, dando lugar a estrategias divergentes entre hombres y mujeres. En términos generales, los hombres tienden a valorar la fertilidad y la belleza, signos de salud y capacidad reproductiva, mientras que las mujeres buscan indicadores de protección y provisión, como el estatus y el éxito. El trabajo de Buss en 37 culturas revela que estas tendencias son universales, y trascienden las barreras culturales, proporcionándonos una lente poderosa para entender las diferencias entre sexos no como una fuente de discordia, sino como un reflejo de nuestra compleja historia evolutiva.
![El Baile de los Cíclopes y las Esfinges](/images/articles/El%20Baile%20de%20los%20C%C3%ADclopes%20y%20las%20Esfinges.jpeg)
Un triángulo, un árbol y un cíclope: la complejidad de la atracción sexual
¿Podemos representar la sexualidad humana con figuras geométricas o con personajes mitológicos? Sí, en efecto, se puede intentar. Imaginemos la sexualidad como un triángulo, con una base común de la cual emergen dos ramas divergentes. O como un árbol, robusto y firme en su tronco, pero que se bifurca en distintas direcciones en sus ramas. En este árbol de la sexualidad, los hombres tienden a inclinarse hacia un lado y las mujeres hacia el otro, y cada una de estas desviaciones responde a dos ideales biológicos distintos.
Pensemos en el hombre genérico como un cíclope, aquel ser mitológico con un único ojo en la frente. Su enfoque es unidireccional, su objetivo es simple y directo: sexual y reproductivo. Está dirigido a la belleza y a la salud física de su sexo opuesto, atributos que representan la fertilidad. Pero, ¿qué sucede con las mujeres? ¿Podemos representarlas también con alguna figura mitológica? La mujer genérica, a diferencia del cíclope, es esencialmente compleja, en otras palabras, percibe el mundo en su totalidad, comprende la totalidad de la experiencia, no solo un objetivo único. Al igual que una esfinge, su atractivo se encuentra en su misterio y su profundidad, y su atracción hacia el hombre no se basa únicamente en la apariencia física, sino en factores más diversos y abstractos, como el éxito, el status, la estabilidad y la admiración.
![El Espejo de la Evolución](/images/articles/El%20Espejo%20de%20la%20Evoluci%C3%B3n.jpeg)
La esfinge y el cíclope: intuición femenina y percepción masculina
Las mujeres, debido a su mayor inversión en la reproducción, deben ser selectivas al elegir a sus parejas. Buscarán a aquel que sobresalga, que demuestre mayor potencial y sofisticación, a aquel que satisfaga sus exigencias. Es como si tuvieran un radar interno, una especie de sexto sentido que las orienta hacia el hombre que tiene la excelencia y la sofisticación que necesitan. Por otro lado, Robert Sapolsky, un reconocido profesor en la Universidad de Stanford, añade un complemento valioso a este panorama: no todo es genética y evolución, sino que nuestros comportamientos y respuestas están igualmente influenciados por nuestro entorno y nuestras experiencias.
Poligamia e hipergamia: el baile evolutivo de la sexualidad humana
Estos fundamentos biológicos opuestos desembocan en dos estrategias reproductivas distintas: mientras que los hombres tienden a la poligamia, es decir, a maximizar su capacidad reproductiva apareándose con varias mujeres, las mujeres buscan al mejor candidato posible, a través de una estrategia denominada hipergamia. Este juego de estrategias refleja nuestras raíces más profundas y básicas como especie, un eco de nuestros ancestros mamíferos más cercanos en la cadena evolutiva. Sin embargo, en nuestra especie, esta diferencia genera una tensión constante e irresoluble que necesitamos aprender a manejar.
El desafío del entendimiento: reconociendo la diversidad de la condición humana
![El Laberinto de la Comprensión](/images/articles/El%20Laberinto%20de%20la%20Comprensi%C3%B3n.jpeg)
El último desafío que enfrentamos como especie es reconocer y aceptar estas diferencias inherentes en nuestras naturalezas biológicas. Se trata de salir de ese círculo vicioso que nos divide en opuestos y que nos mantiene en un constante vaivén de atraer y repeler, sin llegar a una verdadera comprensión del otro. Necesitamos hacer conscientes estos atributos para poder convivir, entender y tener compasión por nuestras diferencias. Al final, cada uno de nosotros es un caleidoscopio de influencias genéticas y ambientales, una compleja y hermosa mezcla de cíclope y esfinge.
Así, el estudio de nuestra sexualidad y sus dinámicas no solo nos enseña sobre nuestros orígenes y evolución, sino que también nos da una lección vital: somos una especie diversa y compleja, y es precisamente esa diversidad y complejidad la que nos hace humanos.
![La Razón te Engaña: Descubrí el Verdadero Sentido de la Vida](/images/articles/El%20laberinto%20de%20la%20identidad.jpeg)
- Billy Benz By
- También disponible:
Amanece un nuevo día y con él, nos enfrentamos a los misterios de nuestra existencia, a los ecos de sentimientos y situaciones que, como olas golpeando la costa, parecen retornar una y otra vez. En cada latido de la experiencia humana, se esconde una melodía en apariencia familiar, un ritmo que es reflejo de todos nosotros. ¿Acaso no es en el reconocimiento de esta esencia compartida donde hallamos el bálsamo para nuestros desafíos individuales? Hoy, nos adentraremos en el sagrado entramado que conforma nuestra humanidad, trazando puentes de entendimiento entre nosotros y los otros.
El eco de la experiencia: Repetición como carácter sagrado
Imaginemos por un instante un acto sagrado. Un rito que, lejos de ser eterno, atraviesa el velo del tiempo, desdibujando las líneas entre pasado, presente y futuro. Esa es la naturaleza del sagrado: Experiencias terrenales que nos entrelazan como hilos en una vasta y complicada tela humana, repitiéndose incesantemente en un baile cíclico y temporal.
![El ciclo de la repetición](/images/articles/El%20ciclo%20de%20la%20repetici%C3%B3n.jpeg)
En lo sagrado, resuena el susurro del inconsciente colectivo. Una voz que clama: Somos uno. Carl Jung defendía la idea de un vasto depósito donde se guardan las vivencias de nuestros antepasados, sus triunfos, sus derrotas, la esencia de innumerables repeticiones. Yuval Harari, en su célebre obra "Sapiens", también toca esta melodía, dibujando patrones de comportamiento, ideas y creencias que resuenan a lo largo de la historia. Este ciclo de repetición, entonces, puede ser contemplado como una constatación de nuestra condición evolutiva.
Ahora bien, ¿cuántos de nosotros, hombres y mujeres de 30, 40, 50 años, transitamos los mismos caminos, vivimos los mismos momentos? ¿Cuántos lo han hecho antes y cuántos lo harán después? La vida, como un tango repetido pero siempre renovado, va desgranando experiencias y emociones que, pese a su familiaridad, nunca dejan de sorprendernos. Recuerdo una anécdota que ilustra este ciclo: un amigo y yo, dos hombres de similar edad, nos descubrimos en una conversación que bien pudo haber ocurrido en un café parisino a principios del siglo XX o en una taberna medieval. En ese momento, capté la esencia de nuestra humanidad en este acto tan común y cotidiano, percibiendo el lazo invisible que me unía con todos aquellos hombres que alguna vez habían compartido palabras y reflexiones similares. En esta reiteración se revela el carácter sagrado de nuestras vivencias, demostrando que lo atemporal reside en lo común, en lo que nos vincula.
En lo sagrado, resuena el susurro del inconsciente colectivo. Una voz que clama: Somos uno.
El danzón de la cotidianidad: Los rituales sagrados del día a día
![La melodía compartida](/images/articles/La%20melod%C3%ADa%20compartida.jpeg)
El acto de comer, los rituales diarios como levantarse de la cama, ducharse, cepillarse los dientes; acciones que, en su repetición, adquieren una pátina de sagrado. Todos los seres humanos, independientemente de su cultura o geografía, han de alimentarse, un rito esencial y repetitivo que es tan fundamental para nuestra supervivencia como sagrado en su naturaleza. La comida, en sus múltiples formas y sabores, protagoniza tradiciones y ceremonias alrededor del mundo, potenciando su carácter divino. Aunque nos pueda parecer trivial, lavarse los dientes es también un acto sagrado, una danza repetida que demuestra la belleza de la vida humana en su esencia más básica.
Eckhart Tolle, en su influyente libro "El poder del ahora", reflexiona sobre la importancia de vivir en el presente y cómo nuestras rutinas diarias, aunque repetitivas, pueden convertirse en meditaciones conscientes. Pero, ¿y si llevamos este concepto un paso más allá? ¿Y si nuestras rutinas son, además de una meditación, una decisión artística que celebra lo sagrado de nuestra existencia? En este danzón de lo cotidiano, reside la belleza y la divinidad de lo humano.
Desnudando nuestra humanidad: "El hombre genérico", "La mujer genérica"
![El mar de la conexión humana](/images/articles/El%20mar%20de%20la%20conexi%C3%B3n%20humana.jpeg)
Para adentrarnos en el laberinto de nuestra identidad, debemos primero reconocernos como seres biológicos, animales revestidos de conciencia. Sólo al descubrirnos en nuestra animalidad podremos desvelar la figura del hombre genérico o la mujer genérica que habitan en nosotros. Un eco de humanidad primitiva que, en su repetición constante, nos ofrece un espejo en el que disolver el engañoso reflejo del ego.
¿No es acaso en la rendición ante nuestra naturaleza esencial donde descubrimos el bálsamo de la autenticidad? Al permitir que el hombre o la mujer que somos se despliegue, invadiendo nuestros rincones más íntimos, el camino hacia la autocomprensión se torna más amable, más suave. A medida que permitimos que nuestra humanidad fluya y ocupe los espacios donde antes reinaban los miedos y las angustias, el ego se diluye y nos revela la sacralidad de nuestras vivencias y preocupaciones, descubriendo en ellos los hilos de nuestra unidad biológica básica.
De niños a adultos: El camino hacia la individualidad
Esta perspectiva nos invita a entendernos, en primer lugar, como especie humana, mujer u hombre, y después como individuos, con singularidades y particularidades. Este patrón es especialmente evidente en la infancia, donde los niños son percibidos en su esencia genérica antes que como personas con individualidad. Con el tiempo, el mar de lo genérico se retira y da paso a la personalidad, a las opiniones, a la persona. Sin embargo, ¿no es cierto que muchos de nuestros pensamientos y emociones son producto de nuestra condición genérica, sexo y edad, atributos innegables de nuestra humanidad?
El ritual sagrado de la cotidianidad
A cada momento, nuestras vivencias parecen resonar en los espejos de otras vidas, como un reflejo que, en su repetición y universalidad, adquiere un brillo sagrado. Desde esta perspectiva, la sacralidad impregna cada rincón de nuestra existencia, en un constante recordatorio de nuestra interconexión.
No obstante, la sacralidad de lo cotidiano no implica una perspectiva conservadora, sino el reconocimiento de que incluso los actos más humildes, como lavarse las manos, pueden llenarnos de sentido. Cuando percibimos la sacralidad en nuestras acciones diarias, nos sumergimos en ellas con profundidad, un faro que ilumina nuestro camino y nos reconcilia con nuestra esencia humana.
La sagrada vulnerabilidad en las relaciones
![La vulnerabilidad sagrada](/images/articles/La%20vulnerabilidad%20sagrada.jpeg)
Las relaciones humanas, en sus diversas formas, poseen un carácter sagrado. Padre e hijo, madre e hija, maestro y alumno; todos son bailes en los que dos almas se entrelazan. Sin embargo, cuando estas danzas carecen de una conexión auténtica y se ven reducidas a simples intercambios superficiales, nacen las ansiedades. Lo sagrado, entonces, se encuentra en la vulnerabilidad, en despojarnos de las corazas que el ego ha construido para protegernos.
Al permitir que nuestras murallas se derrumben, revelamos al hombre y la mujer primitiva que yacen en nuestro interior, un acto que nos expone en nuestra vulnerabilidad al dejar de lado la ilusión de control. Sin embargo, al rendirnos a nuestra naturaleza esencial, nos sometemos a algo mucho más grande que nosotros, descubriendo en ese acto su sacralidad. Es en este entendimiento, quizás, donde hallamos el sentido y propósito de nuestra existencia.
El hilo conductor: Encontrando sentido en el sentir
La búsqueda del sentido en la vida se parece, muchas veces, a la travesía de un navegante en un mar desconocido. ¿No es acaso la brújula del sentir el único instrumento que puede orientarnos hacia puertos seguros? A menudo, el razonamiento intenta imponer un camino, una filosofía como el hedonismo, por ejemplo. Pero si nuestro barco no está equilibrado y en sintonía con el faro interno, esa filosofía puede naufragarnos en aguas turbulentas. El camino que sólo tiene sentido a nivel racional, aunque pueda parecer atractivo, no siempre resuena con nuestro interior.
![El faro interno](/images/articles/El%20faro%20interno.jpeg)
El verdadero sentido de la vida radica, entonces, en hacer aquello que sentimos tiene sentido, en emprender las acciones que sentimos valen la pena. No es más que eso, no es más que la vivencia íntima, la melodía que nace de nuestra alma. Nosotros, y sólo nosotros, somos los verdaderos autores de nuestra sinfonía existencial, aunque muchas veces sus notas parezcan repetirse en el gran concierto de la humanidad. La sinfonía de un hombre se parece a la de otro en un 99%, y lo que cambia son los escenarios y los matices, pero el pentagrama humano es común.
Iluminando desde adentro
Lo esencial, entonces, es establecer una conexión auténtica con nuestro interior, una comunicación franca que nos permita extraer lo genuino de nuestra esencia y expresarlo al exterior. ¿No es acaso necesario encender nuestra llama interna para que su luz ilumine las sombras de nuestra existencia?
La sinfonía de la vida
![El pentagrama humano](/images/articles/El%20pentagrama%20humano.jpeg)
El sentido de la vida es, en última instancia, una experiencia vivida, una sinfonía que se toca y se experimenta, no una partitura que se lee y se interpreta. La sacralidad radica en entender que, más allá de las diversidades de nuestra personalidad, el núcleo humano es universal. A pesar de las diferencias en los instrumentos y las notas que cada uno elige, la música de la humanidad vibra en un tono común, una resonancia fundamental que se repite una y otra vez en la gran sinfonía de la existencia.
Este interior que nos define nos une más de lo que nos diferencia. Las similitudes que constantemente se repiten nos invitan a tomar conciencia de que, antes que individuos, somos una unidad básica, somos partícipes de una gran orquesta universal. Entender esto, resonar con esta música que todos compartimos, es quizás el acto más sagrado que podemos realizar en nuestra existencia terrenal.
![Dragones invisibles: La estética como herramienta de percepción](/images/articles/Belleza%20Oculta-2.jpeg)
- Billy Benz By
- También disponible:
Nuestro devenir diario está cuajado de experiencias que, como niños en una confitería, nos invitan a la diversión y capturan nuestra atención con la dulzura de un caramelo que no podemos resistir. De la música a las películas, de las novelas a los juegos, nos vemos inmersos en un torbellino de entretenimientos tan seductores como una golosina. Pero, como siempre, existe otro lado de la moneda: hay quienes, con un rasgo de brocha cargado de arte, nos engalanan con historias que, de tan humanas, nos marcan a fuego. Con este ensayo, me propongo a invitarles a repensar nuestras vidas como experiencias estéticas, donde cada uno de nosotros es el artista principal. Cuando nos colocamos en el rol de creadores, emergen verdades internas y se abre la posibilidad de diseñar la realidad que mejor nos viste.
El vuelo de la imaginación
¿Pero qué es la imaginación? Creo que es un río subterráneo que fluye en nuestro interior, un jardín secreto lleno de posibilidades.
“Vivir la vida como una obra de arte”, reza una frase del célebre Friedrich Nietzsche. En el museo, en el concierto, nos deleitamos con experiencias ajenas, provenientes del exterior, como una brisa que nos refresca sin que nosotros tengamos control sobre su dirección. Pero, ¿qué tal si probamos a convertir nuestra vida en una experiencia artística personal? ¿Qué tal si somos nosotros los escultores de nuestra propia estatua?
![El Faro de la Imaginación](/images/articles/El%20Faro%20de%20la%20Imaginaci%C3%B3n.jpeg)
La estética, ese concepto tal vez un poco difuso pero poderoso, se presenta cada vez más como un elemento cardinal en la vivencia humana. Es un modo de comunicación con tintes artísticos, donde la armonía juega un papel crucial, como un tango en el que cada paso importa. A través de ella, los conceptos éticos encuentran una nueva forma de expresión, más sutil pero igual de potente. Es una pincelada de belleza, de fascinación, de atracción, de misterio, e incluso de fealdad, que captura a las personas en su esfera emocional y les permite sintonizar con el mensaje que queremos transmitir. La estética es una llave que abre las puertas a la mente de los otros, una ventana a otras formas de percibir el mundo, un faro que ilumina otras realidades posibles. La estética es, en suma, una obra de arte de la imaginación, lista para ser degustada como un plato gourmet.
¿Pero qué es la imaginación? Creo que es un río subterráneo que fluye en nuestro interior, un jardín secreto lleno de posibilidades. Conectada íntimamente con nuestra intuición, la imaginación se manifiesta en tonos de grises, en la robustez de la ambigüedad y en la apertura hacia lo desconocido. En contraposición, la razón se muestra en blanco y negro, en la rigidez de los ceros y unos, donde 1+1 siempre será 2. Sin embargo, en las profundidades de nuestro ser, palpitan verdades que se resisten a las leyes matemáticas, que demandan ser exploradas con el pincel de nuestra imaginación, a través de la creación de experiencias artísticas.
Dragones invisibles: una percepción estética
El arte de perderse en la experiencia estética es como una danza en la que debemos dejarnos llevar por la música. Me atrevo a aventurar que la mayoría de nosotros se apoya en esta forma de arte para lidiar con nuestras contradicciones internas, con aquellos sentimientos que se quedan en el tintero. Tenemos una inclinación innata a prestar atención a las lecciones que se despliegan como pinturas ante nuestros ojos, a las enseñanzas que toman forma de escultura, mucho más que a aquellas que se dictan de manera lineal y directa. Como bien expuso Jordan Peterson, nuestra psique está diseñada para entender la vida a través de cuentos, como si fuéramos personajes en busca de nuestro propio arco narrativo.
![Historias que Cobran Vida](/images/articles/Historias%20que%20Cobran%20Vida.jpeg)
La literatura es un claro exponente de este arte sincero que, utilizando la técnica estética, captura al lector y le brinda enseñanzas duraderas. Las historias, si bien se transforman a lo largo del tiempo, suelen construirse a partir de arquetipos conocidos, como el del héroe, para reflejar nuestras experiencias y temas inherentes a nuestra condición humana. La información en ellas se condensa como una cápsula, haciéndose más comprensible. Esta es la magia que habita en los cuentos infantiles, donde las lecciones éticas cobran vida en la creación de mundos atractivos y entretenidos.
Un ejemplo que me ha cautivado es el relato del dibujante estadounidense Jack Kent, titulado There is No Such Thing as a DRAGON [Los dragones no existen]. El cuento, narrado de manera lúdica y hasta humorística, aborda las consecuencias de ignorar los problemas, o "dragones", que conviven con nosotros a diario. Es a través de la historia, los colores y las figuras de los dibujos que se conforma este encanto, dejando lecciones para grandes y chicos. Aquí reside el poder de la estética: a través de establecer una conexión emocional, logra comunicar un mensaje profundo.
Nuestra obra maestra
Y bien, ¿cómo trasladamos estas experiencias estéticas a nuestra propia vida? ¿Cómo convertimos nuestra existencia en una obra de arte? La respuesta está en el lienzo de nuestra imaginación. Necesitamos estar preparados para dar cabida a todas las posibilidades que el mundo real puede ofrecernos. En términos más simples, tenemos que imaginar distintos escenarios de nuestra vida, vestirnos con otros personajes y escenarios viables. Vivir nuestros personajes en esa obra de arte que creamos es como experimentar un guion que escribimos nosotros mismos.
Es crucial que tomemos la decisión artística de vivir en armonía con nuestra intuición
Es imprescindible que nos teletransportemos a otras realidades, que nos conectemos con diferentes interpretaciones de la vida. Es como si un escéptico se imaginara a sí mismo como un católico, o una pareja intentara imaginarse viviendo fuera de su relación, o con alguien más. Al barajar estos escenarios alternativos, podemos vislumbrar lo que verdaderamente anhelamos, lo que deseamos cambiar o mantener. Nos ayuda a ser más humildes tanto con las experiencias ajenas como con nuestras propias contradicciones. Imaginar otros escenarios nos permite percibir y resolver los dragones con los que convivimos o, en contraste, nos ayuda a ser agradecidos con nuestra realidad.
![Reflejo Épico](/images/articles/Reflejo%20%C3%89pico.jpeg)
La experiencia estética, por lo tanto, nos posibilita afrontar y reconocer nuestras tensiones internas, a interpretarlas y superarlas. No debemos quedarnos paralizados por el miedo o la angustia. Por el contrario, es crucial que tomemos la decisión artística de vivir en armonía con nuestra intuición. Aunque parezca que nos alejamos de lo racional, de los ceros y unos, es fundamental que nos mantengamos conectados con lo que sentimos internamente como verdadero.
La belleza en la bestia
No se trata sólo de buscar la belleza estética en cada rincón, sino también de aprender a tolerar y apreciar la fealdad, el misterio, la ambigüedad, los "dragones" que conviven con nosotros. La estética, en su sentido más amplio, nos da las gafas para percibir el mundo desde diversos ángulos y, como resultado, nos brinda la posibilidad de reconfigurar nuestras experiencias, dándoles un matiz propio.
Este enfoque estético de la vida, lejos de ser una mera teorización, puede ser una práctica diaria. Al zambullirnos en experiencias estéticas y dejarnos afectar por ellas, tenemos la oportunidad de reflexionar, de repensar nuestras creencias y preconceptos. Al imaginarnos en diferentes situaciones, no sólo logramos una mejor comprensión de nosotros mismos, sino que también fomentamos una mayor empatía hacia los demás.
![Belleza Oculta](/images/articles/Belleza%20Oculta.jpeg)
El ballet de la vida
Aunque vivimos en una sociedad guiada por reglas y normas claras, nuestro mundo interior es un universo en sí mismo, rico en matices y que no siempre se ajusta a los códigos binarios que se nos imponen. En esta mezcla de razón y emoción, de certezas y dudas, de luz y sombra, radica la belleza de la experiencia humana. Es en este espacio donde la estética nos ofrece las herramientas para comunicarnos y entendernos mejor.
La danza de la autoafirmación
Vivir nuestra vida como una experiencia artística no es solo un acto de autoexpresión, sino también un camino de autoconocimiento y autoafirmación. Al permitirnos explorar nuestras contradicciones, nuestras pasiones y nuestras verdades internas, somos capaces de abrazar plenamente la complejidad y la riqueza de la experiencia humana. Este es el camino hacia una existencia más auténtica, una vida vivida con mayor profundidad y significado. En este baile constante con la estética, con el arte, somos capaces de moldear nuestra identidad, de perfeccionar nuestros pasos, de danzar a nuestro propio ritmo, sin perder la armonía del conjunto. Es entonces cuando descubrimos que, en realidad, siempre hemos sido los coreógrafos de nuestra propia existencia.
![Viviendo entre fronteras de una danza peligrosa](/images/articles/La%20Danza%20de%20Dualidades.jpeg)
- Billy Benz By
- También disponible:
Imagina por un momento que nuestra existencia es un hilo tenso entre dos polos. Un péndulo que oscila entre el pasado y el futuro, el interior y el exterior, el orden y el caos. Nuestro ahora, nuestro presente, es simplemente el punto en el medio, esa cuerda floja donde caminamos descalzos. Pero, ¿qué significa realmente caminar por ese filo? En esta reflexión literaria, quiero invitarte a que mires al abismo que habita entre nuestras fronteras, a entender que vivir en equilibrio es una danza constante entre nuestras dualidades. Entonces, ¿te animas a redescubrir conmigo este paraje limítrofe de la existencia?
![Praxnología: La Siembra Poética de Ideas en Suelo Local](/images/articles/Sembrando%20Poesia.jpeg)
- Billy Benz By
- También disponible:
En el vasto jardín del pensamiento, la Praxnología se erige como una brújula orientada a la siembra de ideas en suelo local, tejiendo un sinfín de flores poéticas a partir de semillas de curiosidad. ¿Acaso no resulta más cautivante el mosaico infinitamente variado de soluciones que nacen, crecen y evolucionan en nuestros corazones, en lugar de las dogmáticas esculturas de mármol que pretenden resolverlo todo? Acompáñame, pues, en esta travesía donde cada idea es un río viviente, un tango en constante movimiento, una melodía que resuena en el pentagrama de lo local y que nos invita a bailar al compás de su compás.
Veo mis ideas, veo la praxnología, como semillas de poesía que se depositan en el fértil terreno de quienes desean escucharme, aguardando el milagro de su germinación.
El Problema de las Soluciones Globales y Sus Raíces Históricas
La Historia nos ha mostrado repetidamente cómo las grandes religiones, las corrientes filosóficas y sus vástagos políticos, en su deseo de plasmar sus convicciones, han generado sistemas de pensamiento absolutos. Imágenes como las cruzadas cristianas arrasando con creencias locales o las visiones de Marx que cobraron vida en el austero comunismo soviético se imprimen en nuestra mente. Estas ideologías, meticulosamente diseñadas como un moderno teléfono inteligente, nos brindaban soluciones totales, diciéndonos, con audacia y seguridad, que habían pensado en todo, que poseían todas las respuestas. Pero, ¿no parecía que, por más brillantes y elaboradas que fueran, estas ideas estaban, en cierto sentido, muertas?
![Lluvia de Dogmas](/images/articles/Lluvia%20de%20Dogmas.jpeg)
Praxnología: Una Aventura Local de Pensamiento Libre
Yo, y mi creencia en la Praxnología, te ofrecemos otra propuesta: soluciones locales. Como en un mapa cuyos detalles solo emergen cuando te acercas, estas soluciones se encuentran en el corazón del caos, en el núcleo de nuestra realidad, tan compleja y llena de fenómenos emergentes. Es como pretender predecir el patrón que tomarán las hojas de un árbol al caer en otoño: sencillamente, es imposible prever el incendio de una nueva idea en el corazón humano.
![El Teléfono Muerto](/images/articles/El%20Tel%C3%A9fono%20Muerto.jpeg)
Semillas de Poesía: La Naturaleza Evolutiva de las Ideas
Veo mis ideas, veo la praxnología, como semillas de poesía que se depositan en el fértil terreno de quienes desean escucharme, aguardando el milagro de su germinación. No es una poesía diseñada para ser simplemente bella o agradable, sino una que permite la interpretación, la conexión, el compromiso emocional; una poesía que es, en esencia, viva. ¿No es más hermosa la flor que surge de la semilla que aquella que yace ya en su forma final en el florero?
Estas ideas vivas, entendidas como un inicio y no como un producto terminado, están más alineadas con la naturaleza de nuestro mundo, en la que nada es estático, todo cambia, todo está vivo. Son como el río que nunca es el mismo, en constante flujo y cambio, en lugar de una estatua de mármol estática y fría.
![Corazón Fecundo](/images/articles/Coraz%C3%B3n%20Fecundo.jpeg)
Un Llamado a la Acción Local
Solo hay soluciones locales, soluciones que deben germinar en el corazón de las personas, evolucionar a través del tiempo y las generaciones para transformarse en algo maduro y viviente. Como aquel tango que nace en un rincón de Buenos Aires y que con el tiempo se transforma, se multiplica en diversas interpretaciones y versiones, cada una de ellas única, viva, latiendo al ritmo del barrio que la adopta.
Así, los invito a escucharme, a permitir que estas semillas de poesía germinen en vuestros corazones. ¿Quién sabe? Tal vez juntos podamos tejer una sinfonía de soluciones locales, una melodía compuesta por la diversidad y la complejidad de nuestras realidades. Porque solo hay soluciones locales, y cada una de ellas espera vuestra intervención activa.
![¿Somos Solo Sombras y Luces? El Desafío de Ver un Universo Más Completo](/images/articles/Espejo%20de%20la%20Dualidad.jpeg)
- Billy Benz By
- También disponible:
¿Alguna vez te has preguntado si somos, en esencia, solo sombras y luces? ¿Habremos caído en la trampa de creer que la dualidad es la única forma de percibir y entender el universo que nos rodea? Hoy, te invito a embarcarte en un viaje de introspección, de desafío a las convenciones y de exploración de un cosmos que podría ser más complejo y hermoso de lo que nuestras gafas binarias nos permiten ver.
![Entre la Tierra y Marte: Un Viaje por el Laberinto de la Intuición](/images/articles/Un%20viaje%20hacia%20el%20interior-1.jpeg)
- Billy Benz By
- También disponible:
El misterio de la intuición, ese fuego interior que alumbra nuestro camino por este cosmos que habita tanto afuera como adentro nuestro. Este es un viaje que cruza los confines de la ciencia, del reconocimiento externo y de los paradigmas fijados, guiándonos hacia la melodía de nuestra musa interna.
![En Busca de la Verdad Oculta: Una Inmersión en el Minimal Veritas](/images/articles/La%20escalera%20hacia%20la%20verdad.jpeg)
- Billy Benz By
- También disponible:
Imaginate un duelo de esgrima, dos contendientes cruzando acero bajo la sombra de una verdad absoluta, buscando asestar el golpe definitivo. Pero, ¿qué sucedería si dejamos de lado la espada y abrimos la mente a un diálogo donde la verdad se convierte en un camino para explorar, y no en un campo de batalla para conquistar?
![Praxnoismo en la Práctica: El Infinito Reflejado en lo Cotidiano](/images/articles/El%20acto%20de%20lavarse%20las%20manos.jpeg)
- Billy Benz By
- También disponible:
¿Y si en el simple acto de lavarte las manos pudieras hallar una profunda reflexión sobre tu lugar en el cosmos? Atrévete a descubrir el Praxnoismo, una propuesta que transforma lo cotidiano en trascendental y te invita a bailar en la danza incesante de la existencia.
![Praxnoismo: La revolución espiritual que desafía las verdades establecidas](/images/articles/El%20alambique%20del%20conocimiento.jpeg)
- Billy Benz By
- También disponible:
Un viaje en un antiguo barco de creencias, donde descubrirás tesoros ocultos en cada rincón, puliendo la comprensión de la realidad con el conocimiento de siglos pasados y la sofisticación del pensamiento moderno. Sumérgete en esta danza cósmica de verdades cambiantes y descubre la belleza de bailar con la evolución del conocimiento.
![De Ovejas a Artistas: ¿Estás Listo para la Revolución Espiritual?](/images/articles/El%20arte%20como%20ventana%20hacia%20el%20interior.jpeg)
- Billy Benz By
- También disponible:
¿Cansado de sentirte perdido en un mar de conceptos abstractos y místicos de la religión? Sumérgete en un amanecer espiritual donde serás el artista de tu propio viaje, transformando tus experiencias y verdades internas en obras de arte sanadoras y liberadoras.
![Delirios de Grandeza: La Búsqueda Infinita del Conocimiento](/images/articles/Amazed%20by%20the%20cosmos,%20the%20lunar%20eclipse%20and%20the%20sun%20but%20empty%20inside%20with%20a%20hollow%20heart%20and%20soul-1.jpeg)
- Billy Benz By
- También disponible:
Sumergite en la ilusión de creer que podemos abarcarlo todo y descubrí cómo esta búsqueda interminable genera neurosis y descontento. Aceptá la humildad de reconocer nuestras limitaciones y encontrá una nueva forma de conocimiento que integra la intuición y la lógica analítica.